La tensión que se vive en la Federació Catalana de Fútbol está sobrepasando la barrera lógica del sentido común y de la más elemental educación. El proceso electoral en el que se encuentra inmerso el fútbol catalán provoca que varios personajes, a sueldo, asuman responsabilidades que no le corresponden y que cuentan con el visto bueno del presidente de la Gestora, Jordi Casals. Claro que el ex presidente es el primero que sobrepasa la barrera moral de un cargo del que dimitió días atrás aunque sigue aprovechándose. Lean la noticia que aparece este viernes en Mundo Deportivo.
Los empleados no quieren intromisiones
Varios trabajadores de la Federación Catalana están hartos de las intromisiones, con fines electorales, de una serie de personajes que circulan por la sede federativa. Ante tal situación, se reunieron y le enviaron una carta al presidente de la Gestora, Jordi Casals, anunciando que, cualquier trabajo que les soliciten los asesores externos, solamente los realizarán si viene a través de una carta firmada y debidamente autorizada por la persona que le corresponde. Ello ha provocado un nuevo enfado de Jordi Casals