dimecres, 12 de gener del 2011

Laporta es el jefe de la Junta Gestora


Hay que reconocerle habilidad. A Joan Laporta, me refiero. Antes de dejar la silla del FC Barcelona dejó atados –bien atados, no- algunos contratos que dejarían a alguno de sus múltiples amigos nadando en la abundancia monetaria que jamás sale de su bolsillo. Es el caso de nuestra querida Federació Catalana. Como quiera que Jacint Borràs no podía mantener su sitio en la junta, entró el terror de Jordi Mestre, el azote de Casals y los suyos porque cometió el pecado de recordarles que el Barcelona no se plegaría al regalito de Laporta ante el genuflexo Casals.

Miren, fíjense en la fotografía y verán a Casals como inclina su dorso para reverenciar a quien puso a parir sólo meses después. La operación 1.000.000 de euros por el fútbol catalán les ha salido mal aunque ya han dejado de pagar 200.000 por gracia y capricho personal del ex. No obstante, Laporta tienen mando en plaza todavía y ha dejado a la junta gestora y a sus ocho fieles para que hagan y dejen de hacer aunque sean sólo eso, una junta gestora y sólo tenga que velar por el buen funcionamiento de la Asamblea y del proceso electoral. Allí sabremos el impresionante superávit que Borjita (el tesorero), dicho con cariño, nos dejó el partido Internacional con la dura Honduras.

Pero hacía alusión de Laporta como Jefe de la Gestora y a los presentes me remito: el genuflexo Casals serpenteó ante el nuevo líder de SI y hará todo lo que le pida, si le pide, el único presidente del FC Barcelona que entregó toda su vida por el club a cambio de… nada. Dos: Josep V. Madolell. No quiero darle más importancia que la que tiene: ninguna. Que conste que me duele tener que decir algo sobre este tipo al que suponía que tenía otros valores totalmente contrarios a los que ha demostrado y que por un puñetero pase, una mísera tarjeta o una silla es capaz de dejarlo todo a un lado. Su amistad le llevó a que figure en su impresionante historial como “entrenador de clubs de primer nivel como la UDA Gramenet, la UE Sant Andreu o la Escola de Futbol TARR. También ha realizado tareas de scouting para el FC Barcelona” (Dixit FCF). Un aplauso para míster V. Dos aplausos para míster V a quien Laporta le encargó dirigir (¡qué honor!) el contrato que la Gramenet aún sigue esperando (más o menos aún quedan 500.000 euros pendientes de cobro). Ese antecedente le sirvió a Casals para decirle que asumiera el proyecto de China que nos iba a inundar de euros el fútbol catalán.

Ahora la culpa la tienen los directivos disidentes porque todo estaba hecho. Por detrás aparecía la figura de Rafael Yuste, ex directivo también de Laporta, curiosamente. Un inciso: Yuste ¿dónde están los 200.000 euros de una firma de aguas que habían prometido? Ni que decir tiene que los chinos siguen en China. Más apellidos pegados a Laporta: anoten Alex Cerdà, ex portavoz y futuro ¿presidenciable? y Ramon Estebe, los dos integrantes de la candidatura ‘ganadora’ de Jaume Ferrer (más olor a Laporta) que, por supuesto, quedaron como cuarta opción de las cuatro candidaturas barcelonistas.

Y, por si faltara poco, Borjita Rovira con quien compartí comida de Navidad y me pareció un tipo estupendo, de verdad. Lástima que no diga en voz alta lo que dice en voz baja. Lástima Borjita, activo miembro de la Plataforma Proseleccions de Catalunya. No quisiera olvidarme de Fernando Roldán o, como le llaman en el fútbol sala, el ‘traidor’. No entiendo la razón aunque tampoco me importa. Lo que sé es que Dani Vives le puso en la puñetera calle (por algo será) en el Comité, lo rescató Casals como directivo y ahora el megacrack digilitaliza a Cristhian Roldán, su hijo, como nuevo Presidente en el fútbol sala catalán. Será para que no haya vacío de poder como dice Moreno Delgado. Ni una buena acción ni una mala palabra pero Moreno, al que le quedan 90 telediarios, tendría que haber cogido carretera y manta hace tiempo.

Bueno. Ya está bien. Oido al parche. Laporta está presente. Ya pueden poner a parir a Rosell y a Mestre, pero el presidente que dio su vida por el Barça, sólo hay uno, manda en la calle Sicilia.