dilluns, 21 de juny del 2010

El señorío de Subies puede con la nula educación de Casals

Al César lo que es del César y a Andreu Subíes lo que le corresponde. No nos duelen prendas en admitir el señorío, la caballerosidad y la deportividad del vicepresidente primero de la Federació Catalana de fútbol que demostró este domingo al personarse en La Feixa Llarga de L'Hospitalet, pagar su entrada y ubicarse en el palco de autoridades junto a la alcaldesa de la ciudad, Nùria Marín, y el presidente del Hospi, Miguel García.

Ese gran detalle honra a Subíes y a la propia Federació Catalana mientras el presidente, Jordi Casals, demostraba una nula educación deportiva ya que, una vez más, se negó a presentarse en un campo donde un equipo catalán se jugaba un ascenso de categoría. Escogió el homenaje de un modesto equipo de la ciudad hospitalense, algo que también está muy bien, pero dejó en evidencia, otra vez, su nula capacidad señorial y su cobardía.

Todo lo contrario, insisto, que Andreu Subíes a quien se le vio departir con García con total camaradería y amistad. Incluso el presidente ribereño, que las pasó canutas en el palco, se preocupó de encontrarle un hueco en el poblado palco, le ofreció un cojín, una botella de agua y cuantas atenciones precisó quien, a la postre, también saldría beneficiado ya que el Ascó/Benavent estará en tercera la temporada 2010-2011.

Subíes estuvo hasta el final, se saludó con todas las autoridades incluido con Miguel García y nadie se lo 'comió' en L'Hospitalet, claro que comparar a Subíes con Casals también es una exageración por mi parte. Dicho queda.