Nadie tendrá queja de nuestro presidente Jordi Casals. El cariño que desprende es absoluto y maravilloso aunque no sé si llegará a ser convincente. Ganó Rosell aunque previamente sólo había salido en la foto con Ingla y Benedito. ¿Torpe? No, torpe, no, lo que pasa es que sus colaboradores, señor presidente, no pueden disimular sus servilismos, pero da igual. El ‘jefe’ del fútbol catalán se lanzó a besar a Sandro, se lanzó a sus brazos ya que los 750.000 euros, que regala el ‘honorífico’ -¿por cuánto tiempo?- Laporta, hay que cobrarlos. ¿O no? ¿Pagará Rosell esos 750.000 euros? Eso es lo que debió pensar Jordi, perdón ‘nuestro presidente’. Por esa razón se levantó del primer asiento mediático y le felicitó cariñosamente.
Además, ¿quién ha sido el único que le ha plantado cara a Laporta y a esa impresentable junta electoral azulgrana desde el primer día? Xavier Latorre, señor, sí señor, el presidente del comité de Apelación. ¿Y quién nombró a Latorre? Señor, sí señor, Casals aunque el ‘honorífico’ Laporta le pusiera a bajar de un burro. ¡Qué cariñoso! ¡Qué bonito!
Bueno, bueno. Sólo queda que Casals invite a Rosell a la Asamblea del sábado en Sant Cugat aunque, señor presidente, le hará falta mucho más que un beso para convencer al nuevo presidente del FC Barcelona para que regale esos 750.000 euros. Latorre, ‘chapeau’. Ojalá tomen nota más de uno que está en la calle sicilia.
