Este viernes se le dará el último adiós a un chaval de 14 años que perdió su vida en un campo de fútbol. Ese último adiós tiene que servir para volver a concienciarnos (padres, directivos, doctores y quien haga falta) de la importancia que tienen todo tipo de revisiones antes de hacer deporte. Ya se sabe que incluso haciéndolas pasa lo que pasa. ¡Padres! No regateemos un euro si eso repercute en un mayor examen y cuidado de nuestro hijo. No es el caso aunque José ya no está entre nosotros.
Por eso, desde esta modestísima tribuna, pido al fútbol catalán, a su presidente, a su junta, a los presidentes de clubs, a quien haga falta, que este fin de semana se guarde un minuto de silencio por uno de los nuestros. No quiero remitirme a los primeros equipos de FC Barcelona y RCD Espanyol. Están demasiado alto aunque un gesto sería muy bien recibido por todo el mundo. No sólo se trata de recibir millones de euros por un entrenamiento a puerta cerrada. Hay que demostrar mucho más. En paz descanse, José.