Espero no tener que escribir mucho más del ex directivo de la Federació Catalana, Israel López, pero me gusta decir las cosas como las siento. Israel López dijo que dimitía y se iba y lo hizo por escrito. No 'cacareó' en un sitio y no 'puso los huevos' en ninguno. No. López dijo: Campoy ahí te quedas y, por escrito, se despidió de la Federació. Ahora llegarán otros capítulos, pero la palabra hay que aplaudírsela. No como otros y, mal que me pese, me tengo que acordar de otro directivo de la propia FCF quien puso 'el cargo a disposición' del presidente. Su presencia importa tan poco que ni siquiera Campoy se molestó en abrirle la puerta para que se fuera. Ni aunque insultara a los árbitros. Da igual. Cuando llegue el momento hay que 'pegar' carteles y a callar.
Lo dicho: A Israel lo que es de Israel y al tonto lo que es del tonto.