Salvo rectificación en su orden del día, léase admisión del recurso para la paralización de las elecciones a la Federación Española (algo imposible), este próximo miércoles Sabadell volverá a acoger la visita del honorable presidente Ángel Villar. Desde que aterrizó acompañado por el ex presidente y prometió que pagarían parte de la futura Ciutat Esportiva de la FCF, todo ha sido 'amor' hacia una persona que repetirá mandato y que el próximo 24 levantará los brazos ante un triunfo 'democrático' y 'honroso'.
Pero ante ese 'amor' Campoy quiere algo más que gestos, quiere 'pasta' y la quiere 'YA!, entre otras cosas, porque son cantidades que les retuvieron a la Federació en su día. Ahora Villar promete hasta 'la muerte de Manolete' y ya le ha dicho a Campoy que tendrá todo lo que pida. El problema es que el presidente no le cree, no le puede creer porque sabe que Angelito sólo responde cuando le colocan al borde del precipicio. Villar quiere otro baño de masas y demostrar que sin él el fútbol español desaparecería y eso significa tener a sus presidentes de las territoriales contentos.
Por todo eso, este miércoles Villar vuelve a Catalunya pendientes del Torneig de Nacions -¿han visto algún papel que confirme su disposición?, pendiente del 50% de subvención para el nuevo local de Cornellà donde ya hay quien saca pecho por su influyente gestión e incluso pendiente de alguna vicepresidencia futura. Es una buena oportunidad para acercarnos a Villar y preguntarle por todo esto. La semana pasada 'obligó' al jefe de los árbitros, Sánchez Arminio a que visitara a Campoy -"no me he bajado los calzoncillos" dijo (sólo le sobró una palabra). Ya veremos si el presidente del 'fúlbol' español los tiene en su sitio.