dimarts, 21 de desembre del 2010

Bienvenidos a la Federación de los líos

¡Menudo Fin de Año! ¿guapo, eh? Vamos con más historias mientras el ‘demócrata’ presidente de la Catalana va a Madrid, dieta en mano, para despedir el año con Ángel Villar aunque le va a tirar de las orejas por el impago de la Federació a la compañía ASISA. Pero no nos perdamos y vamos a la junta del pasado lunes ya que puede ser la última del peor presidente que ha tenido esta FCF desde que servidor tiene pleno conocimiento. Ya sé que algunos dirán que jamás lo he tenido ni lo tendré pero.... volvamos a la junta.

A las 17 horas estaba marcada en la agenda de todo el mundo la fiesta final de año. Casals tenía prisa, quería ir por faena e invitaba a su asesor (Jesús Palau) a que acelerara a la hora de leer ciertos documentos especialmente el contrato que hacía referencia a los 750.000 euros que Laporta prometió y que Rosell no pagará. Como quiera que el directivo del FC Barcelona, Jordi Mestres, se retrasó un poco, tuvieron que echar marcha atrás lo que provocó una primera intervención del directivo azulgrana ante el que más de uno estuvo a punto de empezar a llorar. No tienen clara la salida económica que ofrece este presidente ni sus cuatro ‘jinetes’ ya que aún están esperando que llegue el millón de euros –UN MILLÓN DE EUROS- que prometió la Secretaría General del Esport-. Es así. ¿Por qué no le preguntan a Anna Pruna antes de que se despida donde está ese millón?

Mestres
repitió, otra vez, que el Barcelona no pagará porque ni tiene ni lo ve claro. De hecho, se hace hasta pesado escuchar tantas veces lo que ya dijo el primer día, repitió Rosell en su visita oficial, y este lunes oyeron por enésima vez los presentes. Ni que decir tiene también que muchos señores directivos se asustaron y volvieron a mostrar su malestar y su enfado por la ‘operación China’ donde ni Casals ni MadolellLaporta ya cuenta con cuatro escuderos en la FCF si sumamos a Alex Cerdà y el ascendido Ramon Estebe- quieren terminar de explicar donde está el beneficio para el fútbol catalán.

Y, como corolario a una tarde-noche maravillosa, Mestres preguntó los números de Argentina, precisó la poca transparencia que notaba desde que estaba en la Federació, destacó el ambiente irrespirable de la sala e incluso la poca colaboración entre unos y otros ya que las quejas de los ¿responsables? del fútbol catalán aparecieron reclamando contratos que jamás habían visto y que no quieren asumir y por esa razón depositaron un documento en el registro federativo muy claro. Quince directivos, quince, le dijeron, por escrito, a Casals que no cuente con ellos para nada raro.

Y salió el nombre, otra vez, de Jesús Palau, un abogado del que tendría que hablar públicamente el comité de empresa ya que los trabajadores ya están hartos de su presencia y, especialmente, de su remunerado ‘asesoramiento’ para un presidente que no escucha a nadie. Mestres puso el dedo en la llaga ya que Casals no se cortó y, aunque el contrato del susodicho Palau parece que acaba a finales de año, el generoso presidente de la Catalana pidió a su junta que aprobara un aumento de 30.000 euros anuales en base a un contrato blindado por tres años. ¡Increíble! Está claro que ser asesor se cotiza bien alto. Esa será la razón por la que hablan tan bien, y no paran, del señor Palau en Reus. El directivo barcelonista no entiende la presencia de Palau cuando ya está Albert Baza aunque el silencio se hizo en la sala y nadie, NADIE, tuvo lo que hay que tener para contestar en torno a esa duplicidad de cargos aunque todo llegará a su tiempo y pondrán a cada cual en su sitio.

Sólo una cosita más: ojalá se atrevan Jesús Palau y Jordi Casals a llevar a los tribunales al FC Barcelona por el contrato que firmó Joan Laporta. ¡Vamos, abogado! ¡Con un par....! Rosell estará encantado aunque con el discurso de Jordi Mestres ya se arrugaron.