Este próximo miércoles el todavía -ya queda poco- presidente de la Federació Catalana, Jordi Roche, se despedirá de sus compañeros de junta en el que se prevé un acto íntimo, conciliador, futurista, sincero y lacrimógeno. ¡Qué pena! El fútbol catalán echará mucho de menos a la figura de Roche, seguro. El balance ha sido y es impresionante. Los niños pueden jugar tranquilos porque la Federació siempre ha velado por su seguridad en los campos, ya no se paga mutualidad, ya no hay colas en la calle sicilia porque Internet también juega con la FCF. La Federació se queda huérfana como el fútbol catalán.
Por eso entiendo, a la perfección, -y espero que el ex dircom lo publicite en la web del futbol catalán, NO LA SUYA,- que, antes de la asamblea del próximo sábado en la festiva Girona, el vicepresidente Miguel García y el tesorero le plantearán este miércoles a sus compañeros de junta elevar un busto en el Baix Llobregat a Jordi Roche ya que, en otro gesto que le honra, ha tenido a bien despedirse de todo el mundo menos de su querido 'cinturón', el mismo que le llevó a la presdidencia de la FCF durante dos años y ocho meses. Ese busto, donde no pacerán las palomas porque García ya ha hablado con éllas, descansará sobre una Plataforma a la misma que se subió Jordi aunque ahora 'camine' junto a Villar. ¿Veremos a Roche en la Eurocopa junto a Villar?