dimarts, 2 de juliol del 2013

El ‘fin del mundo’ para el CE L’Hospitalet

Me ha costado mucho escribir este texto. Sé que quien entre y lo lea puede decir que le importan muy poco mis dudas delante del ordenador aunque lo mejor que puede hacer es no pasar de esta línea. Me cuesta hablar de ‘mi’ Hospi al que siempre me he visto obligado a enjuiciar desde un punto de vista profesional pues soy de los que creía que un periodista no ha de hacer bandera con sus sentimientos. Admito que desde hace algunos años superé esa fase y, si hay que dar cuenta de mis colores, grito ‘Hospi’ con orgullo. El club de toda mi vida, el equipo que justifica muchísimos actos en mi vida, y ya llevo muchos sumados (años), está ‘tocado’ de verdad, pero no es ‘el fin del mundo’ para el Hospi, por supuesto. 

Como quiera que nunca he sido socio ni lo soy, no voy a pedir que dimita nadie. Sería demasiado fácil. Apuntar al presidente, Miguel García o a la alcaldesa, Nùria Marín,  es tan fácil como acusar/censurar/criticar/menospreciar a los hospitalenses a los que no les apetece ir a La Feixa Larga,. Sí que me gustaría equivocarme cuando imagino lo que diría García de un dirigente deportivo o político que está cerca de los 20 años en la misma silla. No tendría ningún problema en decirle que se fuera si fuera lo mejor para el Hospi. Profesionalmente, no debo ni personalmente, puedo. Quizá sea una solución, pero lo que dudo es que fuera la única. Además, ¿es Garcia ahora diferente al de hace cinco, diez, quince o veinte años? Personalmente, creo que no aunque me gustaría mucho que quien contestara a estas preguntas fuera la señora alcaldesa quien vio “un gran ambiente” en el campo. 

Lo que no dijo Marín es el color que tenía la mayoría visitante. Intentaremos preguntar a la alcaldesa de mi ciudad donde ya no vivo, pero amo, si lo mejor es que se vaya el sr García o que siga, si le preocupa la carrera política de un presidente al que se le puede criticar todo menos la lealtad. Una de las mejores decisiones que ha tomado en su vida (opiniones y más opiniones) fue dejar el Partido Socialista. ¡Sólo las ratas......!

No es el caso y no lo veo así. Me alegró que Garcia se fuera del PSC a la vez que me deja indiferente que esté en Ciutadans o en el Partido del Llobregat. Lo que sé es que la ciudad puede ganar con su concurso político.  Se acabó el rodillo socialista en L’H y se tiene que abrir un nuevo panorama. Ya sería hora de la misma manera que iría bien renovar a la eterna oposición (las mismas caras).

Vuelvo. Me he ido del verdadero objetivo de este rollo entre romántico y realista de un Hospi que se hizo pedazos este pasado domingo. Lo más fácil es criticar a quien no va. Creo que sería más positivo aplaudir a los que se molestaron en hacerlo para aplaudir a un equipo sensacional que acarició la perfección. A la hora de la verdad falló aunque lo dieron todo como lo DIERON los 500, 700 o 1000 seguidores que se creyeron una remontada tan complicada como saber las recaudaciones de los tres partidos de la promoción o, más fácil,. tan complicada como saber la cantidad de espectadores que fueron a la casa franquirroja.

Lo peor pasó en el campo, sin duda. Todo lo demás llega después como el triste espectáculo de la zona de prensa o las palabras del gran Miguel Álvarez con quien sólo disiento en una cosa porque lo mejor no son los jugadores, amigo, lo mejor es la afición. 100, 200, 300 o 3.000, pero los mejores. Otra cosa somos los hospitalenses. La sexta ciudad de España merece estar en primera división, segunda o en Tercera Catalana, pero la realidad actual se inició con la fusión en 1957. 

La misma realidad con la que la señora alcaldesa podría explicarnos la razón que le lleva a subvencionar, en gran parte, al primer club de la ciudad que tiene menos socios que muchos otros clubs de esta grandiosa villa. Quizá la señora alcaldesa podría explicar por qué la mayoría de los presidentes de los clubs de la ciudad miran al Hospi con recelo y antipatía. Quizá la señora alcaldesa podría contestar, mientras medita por “el buen ambiente del campo” y la nutrida representación política en el palco (goleó Ciutadans), por qué no se atreven a decir públicamente todo lo que, en privado, afirman del presidente García.


Ese podría ser un primer paso para levantar el vuelo. Después nos vamos a los colegios, intentamos animar a las grandes empresas de la ciudad aunque tengan otros problemas más serios entre manos e intentamos levantar una entidad maravillosa que queda muy ‘tocada’