Aunque parezca mentira, no lo es. Eso de que se va el 15 de junio no se lo crean. Si se fuera o fuese, el todavía presidente de la Federació Catalana de Fútbol, mal que le pese al propio fútbol catalán, no habría vuelto a esa carrera mediática que ha emprendido por todos los rincones de Catalunya, llevando de la mano a su 'heredero', Bueno, ¿hay que decir ya ex heredero?. Lo digo porque parece que ya no le gusta 'ni la pelota, ni la bicicleta', ahora quiere 'unos patines'. Se harta de dar manos, besos y abrazos porque ha decidido que la Federació Catalana le absorbe mucho tiempo y ahora, otra vez, su asesor personal -el resto son simples pelotas- le marca una agenda donde no da abasto. El ex dircom de la FCF debería habilitar un autobús para la multitud de medios que acompañan al séquito presidencial.
Mañana, jueves, Parlament y Museu Colet. El viernes llega Argentina, aunque él se irá a Madrid a darle las gracias a Villar por dejarle sacar esos 300.000 euros que tan bien le van al fútbol catalán, tendrá comida oficial, agasajos, besos y más abrazos. Aunque, mañana, jueves ¿cuántos de la cuarentena de directivos que tiene le acompañarán para que no se pierda? No se engañen: Roche no se va. Está en plena campaña electoral. A Campoy se la 'meterá' doblada -es grosero pero gráfico- y a Miguel García le seguirá temiendo como al mismo diablo con rabo incluido. Porque si se va Roche y llega al poder Campoy y .......... todos.....adiós a la teta.
