La noticia ha pasado de puntillas este fin de semana y es otro episodio lamentable que añadir a la larga lista de tragedias de nuestro fútbol catalán. La muerte de un jugador del Dosrius por infarto durante un partido de veteranos el pasado domingo, en Sant Adrià, ha quedado como una simple anécdota cuando en otros casos nos hubiéramos escandalizado todos.
Recuerdo que en la información que me facilitó mi compañera de Mundo Deportivo, Mari Carmen Juárez, decía que la ambulancia había tardado cuarenta minutos en llegar. ¡¡¡Cuarenta!!!! Impresentable, de verdad. Sus compañeros no lo pudieron reanimar y murió. Aunque se trate de veteranos y dada la especial sensibilidad de la web de la Federació Catalana ¿no había espacio para acompanyar en el sentimiento a la familia?