dimecres, 13 d’agost del 2008

Volvemos a la carga (Sierra)

Un árbitro. Bueno, un ex árbitro nos ha devuelto a la realidad. No digamos triste realidad porque todo esto son chorradas con la que se nos viene encima. La verdad es que poco o nada ha pasado en torno a nuestro fútbol catalán en estos últimos días, en este último mes donde todo parece destinado a unas elecciones bien sea en el 2008 o a finales de la temporada 2008-9. Sería lo más lógico y conveniente para nuestro fútbol catalán: elecciones SIEMPRE la primera semana de julio y así no molestar a la competición. Ya sé que habrá quien diga que se juegan promociones. Sí, es cierto, pero lo que creo que rompe e incomoda más es hacerlas a mitad de campeonato. Pero, bueno, esa es tarea de Campoy.

Salto al ruedo con motivo de la dimisión del responsable/ex responsable de la Delegación de Girona, Josep Sierra Cónsul. Manuel Vico Díaz me presentó un verano a Sierra en Blanes. Parlanchín, dicharachero, simpático. Así me pareció Sierra. Totalmente volcado con la causa y con un sentido crítico hacia su paisano Jordi Roche muy acertado, o al menos, eso creí yo. Ahora resulta que no es así sino que Sierra no ve con buenos ojos la continuidad de Campoy y de Vico en la Federació. Pues me parece muy bien que salga públicamente y lo diga. No seré yo quien le llame 'traidor' porque no sé los pactos que firmaron, si los firmaron, y si habían pactos. Sólo sé que antes se amaban y ahora simplemente están distanciados.

Así las cosas. Me encanta el otoño que vamos a tener por delante. Me encanta porque a más de uno -periodistas incluidos- se le va a caer la cara de vergüenza. Campoy, me dicen, vuelve el 18 a la Federació cuyo jefe de prensa se llama Bernat Bafaluy. No seré yo quien hable bien de Bernat, aunque razones hay, pero tampoco mal. Lo que sí tiene que quedar claro es que al ex dircom -ahora 'ausente' por vacaciones- le quedan horas para reconducir una posición que se le fue de las manos por incapaz. Y el 'hereu' ¿dónde está? Aladino. Sí, ¡Aladino!.

Gracias, sé que más de uno se alegra con nuestra vuelta. Yo, también